Mucha gente en México está a favor de la pena de muerte para ciertos criminales. Yo antes estaba a favor, pero luego recapacité y me puse en contra. La razón es que nuestro sistema judicial no se distingue por eficaz. Los ministerios públicos son ineficaces, muchas veces presentan las pruebas que presentan hacen que el fallo de los jueces sea para liberar a los criminales. Y es peor el caso en los jueces, aunque se habla poco de ellos; los jueces tienen la fama de ser corruptos, se dice que en algunos casos las sentencias se dan con dinero de por medio.
En el caso de la pena de muerte se corre el riesgo de ejecutar inocentes, y dadas las características del sistema judicial se correría el riesgo de que los ricos y con palancas sean liberados, o que los criminales con dinero compren su libertad, mientras que un inocente sea señalado por la justicia y ejecutado. El reciente caso de los linchamientos en Chalco muestran los riesgos. En un principio se dio a conocer la versión de que los linchados eran secuestradores, por eso fueron quemados, y mucha gente apoyó la acción; pero luego se dio a conocer la versión de que eran inocentes, y que eran albañiles que habían pasado por ahí y piropeado muchachas; la última versión es que todo se debió a rencillas pasionales. El saldo es 3 inocentes ejecutados, y mientras la justicia tiene en su poder a varios indiciados.
Es por eso que en México no se debe aplicar la pena de muerte, porque no hay garantías ni certeza de que sea aplicada a los criminales y no a gente inocente.
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