miércoles, 26 de septiembre de 2012

La Independencia I: Antecedentes



México celebra su independencia el día 16 de septiembre, fecha en la que el cura Hidalgo da el grito de Independencia en su parroquia de Dolores.  Pero no significó la emancipación de la colonia, habrían de pasar 11 años de guerra y una conspiración para lograr la Independencia, que se consumaría el día 27 de septiembre de 1821 con la entrada del Ejército Trigarante en la Ciudad de México, a la cabeza del desfile marchaba el líder del movimiento, el general Agustín de Iturbide, el Libertador Mexicano.  Como es costumbre en nuestra historia, el gobierno ha difundido una versión distorsionada de los hechos, poco leal a como sucedieron, y algunos héroes fueron casi ignorados por completo por la historia oficial.

Contrario a la historia oficial, los aztecas, o mexicas, no se hartaron de los españoles y los enviaron allende el mar después de 300 años de colonia.  Es mentira, antes de la conquista no existía México, el sur y centro era en su mayoría parte del Imperio Mexica, con algunos focos de resistencia que no habían podido ser dominados, originalmente cada ciudad era una ciudad estado, se puede establecer un símil entra las polis griegas:  cada ciudad era un estado, y compartían lengua, creencias y costumbres, el mejor ejemplo es Yucatán, claro que como México es más había más diversidad, como en el centro con los grupos nahuas, los huastecos en la Huasteca, los totonacas en lo que hoy es Veracruz, etc., de vez en cuando surgía un estado que sojuzgaba a los demás, como el Imperio Tolteca (derivado del teotihuacano) o el Imperio Azteca.  En el norte, Aridoamérica, la cosa era diferente, por el clima adverso no sucedía lo visto en Mesoamérica, aunque sí existieron algunas culturas importantes.  México es el país de Norteamérica (región que comprende a Canadá, Estados Unidos y México) con las ciudades más antiguas, con las muchas ciudades datando del sigo XVI (Mérida, Veracruz, Pánuco, Guadalajara, Guanajuato, Monterrey, etc.), y algunas datan de antes de la Conquista, como Tula (Hidalgo, data del año 712 después de Cristo, DC, y según la leyenda, ahí se desarrolló la historia y leyenda del rey Quetzalcóatl), México, DF, etc, y otras ciudades están edificadas sobre asentamientos muy antiguos de épocas prehispánicas, como Tampico o el caso de Mérida.

Tras la Conquista del país se establece el virreinato de la Nueva España, con capital en Ciudad de México (antes México–Tenochtitlán), el primer virrey fue Don Antonio de Mendoza, quien hizo un gran trabajo.  Al virreinato de la Nueva España perteneció la Capitanía General de Guatemala, que comprendía toda Centroamérica y se extendía al sur hasta la frontera con Panamá (éste país no pertenecía a la Capitanía General de Guatemala), las Filipinas en algún momento fueron parte de la Nueva España.  La Capitanía General de Yucatán era independiente, dependía directamente del Rey de España para asuntos de gobierno y militares, pero no tenía Audiencia Real, por lo que los asuntos administrativos debían tratarse en la Real Audiencia de México.  Es durante la Colonia que se forma México y la identidad mexicana, y no antes, como la Nueva España duró 300 años y sólo llevamos 191 años de independencia, aún desplegamos algunas costumbres de la colonia.  La corrupción surgió durante la colonia, era frecuente que algunos cargos de gobierno se compraran o que se enviaran sumas de dinero al Rey de España para dirimir asuntos (el caso de Don Juan Manuel es un ejemplo); también, debido a que la Corona Española sólo licitaba el comercio en los puertos de Manila, Acapulco, Veracruz y Cádiz, era frecuente el contrabando y las compras en el mercado negro, pues el comercio legal no satisfacía las necesidades de los novohispanos, las autoridades se hacían de la vista gorda para para mantener la estabilidad.  Los españoles tenían la sociedad dividida en castas, de las cuales existen cuadros que nos los muestran, en el siglo XVIII debido a la Ilustración en Europa las autoridades españoles decidieron jugar al taxonomista y estudiar y clasificar metódicamente las castas; la casta a la que uno pertenecía tenía un gran impacto en la vida del individuo, ya que las castas consideradas inferiores pagaban más impuestos, los trabajos se daban según la casta a la que se pertenecía, etc.; la idea era la supremacía del europeo sobre las mezclas, si un miembro de una casta se mezclaba con un europeo podía irse acercando a la casta “española”, hasta que después de varios cruces se hacía español:  “de español y d’india, mestizo, de español y mestiza, castizo, de español y castiza, español”, mezclarse con ascendencia indígena, o negra, era empeorar la casta, de ahí viene el dicho referido a casarse con alguien de tez blanca, que aún circula en la actualidad:  “para mejorar la raza”.  Durante la Colonia, y más durante la época borbónica, los gobernantes, autoridades religiosas, y altos mandos del ejército, era gente nacida en España y venida a México (los peninsulares), para asegurar la lealtad a España, contrarrestar el poder de criollos y mantener controlados a las mayorías indígena, mestizos y negros, ya que los españoles siempre temieron un levantamiento en las colonias; debido a que la gente de España siempre era traída a los puestos más altos en la Nueva España, y a que tenían muchos privilegios en el aspecto legal, surge la idea inconsciente del malinchismo, de que algo venido del extranjero es mejor que lo nacional.
La Nueva España en su máxima extensión, a fines siglo XVIII.

Castas de la Nueva España.


Antecedentes.

La situación en España.
Las raíces de la Independencia están mucho antes del siglo XIX.  La Nueva España era una de las colonias más preciadas (sino es que era la joya de la Corona Española), ya que era extensa y producía plata (hoy en día México es por mucho el mayor productor de plata), oro, maíz, algodón, especias, etc., éste influjo de metales, y de bienes, produjo una época de prosperidad en España:  el esplendor de España fue durante los reinados de su primer rey, Don Carlos I (Carlos V del Sacro Imperio Romano Germano, fue el primer rey de España, ya que fue el primero en unir en su persona las coronas de Castilla, Aragón y Navarra, antes de él España no existía como país, algo similar al México antes de la Conquista) y de su hijo, Don Felipe II, durante ésa época España alcanza su cénit y se convierte en la superpotencia mundial (pero ojo, no es la época de mayor extensión del imperio español, ese punto sería en el siglo XVIII durante el reinado de Don Carlos III).  En ésta época España dominaba militar y políticamente Europa, y su influencia social era muy alta, es también la época del Siglo de Oro Español, es también la época de las famosas batallas de Lepanto, San Quintín (de ahí proviene el proverbio español “armarse las de san quintín”),  Mühlberg (en cuyas consecuencias está la fundación de la Universidad de Jena en Alemania), etc., y es la época de la Rendición de Breda que inspiraría un espléndido cuadro de Diego Velázquez.  De ésta época data el magnífico monasterio del El Escorial.  Durante el Siglo de Oro Español florecieron las artes, literatura, ciencias, pintura, etc.  De ésta época data el dicho pronunciado por el Rey Don Felipe II:  “en mi imperio nunca se pone el sol”.  En ésta época se hicieron famosos los tercios españoles.

Batalla de Mühlberg.


La Rendición de Breda, Diego Velázquez, 1634.
 Pero no todo marchaba tan bien.  El flujo de metales del nuevo mundo provocó una espiral inflacionaria, proceso conocido como la “Revolución de los Precios”, durante el cual los precios en España y en Europa se sextuplicarían en el curso de unos 150 años.  El proceso comenzó con el descubrimiento de plata en los Montes Metálicos.  Contribuyó decisivamente a que por primera vez desde la Peste Negra la población europea iba en aumento, por lo que el precio de los alimentos subió considerablemente.  La Revolución de los Precios fue uno de los factores que minó economía española.  La inflación fue agravada debido a que por primera vez desde la Peste Negra creció la población europea, y a mayor demanda más altos precios.  Los metales americanos fueron desperdiciados en pagar guerras en todo el continente europeo, por lo que poco se pudo invertir en España, también parte del tesoro era robado por los piratas ingleses que asaltaban las naves españolas.  

Durante el reinado de Don Felipe II empezaron las dificultades, se entró en guerra con Inglaterra, la Armada española fue devastada por una batalla (Don Felipe al enterarse exclamó que “Yo envié a mis naves a pelear contra los hombres, no contra los elementos”); la provincia de Flandes se rebeló; también se rebelaron los moros que vivían en España contra leyes que suprimían sus costumbres; durante el reinado de Don Felipe II España entró en bancarrota cuatro veces.  La reacción española fue traer más metales de las colonias americanas.  Una costumbre de los Habsburgo era vender los puestos públicos de la Nueva España a los criollos con suficiente dinero como para comprarlos, lo que hizo que los criollos cada vez tuvieran más poder en la Nueva España.  

Los siguientes reyes de España, Don Felipe III y Don Felipe IV demostraron poco interés por las cosas de gobierno y delegaban el gobierno a sus validos o favoritos.  Mientras Don Felipe II pasó toda su vida firmando papeles burocráticos, los dos reyes siguientes se los encargaban a sus validos.  Esta situación minó el poder político de España, el regente duque de Olivares revirtió momentáneamente la situación, pero cuando dejó el gobierno España continuó su declive.  La nobleza se negaba a hacer trabajo físico, ya que era visto como cosa de plebeyos, esta medida fue copiada por los nuevos ricos, por lo que cada vez había menos clase trabajadora, incluso los nuevos ricos preferían invertir su dinero a trabajar ellos.  Para revertir la situación un Rey de España decretó que el trabajo físico no contravenía la hidalguía, sin embargo no cambió la situación.  El sistema burocrático de gobierno colonial era muy lento, muy centralizado y totalmente dependiente de la habilidad del rey, después de Don Felipe II, los reyes mostraron poco interés o capacidad en las cosas de gobierno.

La situación empeoró por plagas en España, que golpearon más la economía.  El tipo de gobierno español (centralizado en las colonias, descentralizado en España y enfocado en las colonias en lugar de la península) agravaron la situación, así como las guerras y epidemias, también contribuyeron las intrigas en la Corte de Madrid y el hecho de que los nobles no pagaran impuestos, pero sí los plebeyos, incluso para evitar pagar impuestos, había gente que abrazaba la vida religiosa.  El golpe final para los Habsburgo españoles fue que debido a la costumbre de casare entre parientes y sólo con miembros de la realeza, práctica llamada endogamia, el hijo de Don Felipe IV y su consorte Doña Mariana de Austria, Don Carlos II, nació con fuertes problemas genéticos que se manifestaron en retraso mental, deformidades e incapacidades motoras, la gente de la época creyó que todo era producto de un embrujo y por eso se le conoce como “Carlos el Hechizado”, incluso se le hizo un exorcismo; su hermano mayor, Don Baltasar Carlos, Príncipe de Asturias, era sano, pero murió a los 17 años de viruela.  Don Carlos II nunca pudo gobernar, a pesar de ser rey, y como era estéril no tuvo descendencia, esto creó un grave problema de sucesión, se manejaba como heredero su medio hermano Don Juan José de Austria, pero sus contrarios lo impidieron, y el Rey de Francia, Luis XIV logró imponer como heredero del trono a su nieto Felipe, nieto también de Don Felipe IV.  Con el Rey Don Felipe V llegan al poder los Borbones en España y se desató una guerra, la Guerra de Sucesión Española, que involucró a todas las potencias europeas para evitar que España y Francia se unieran, algo muy temido por Inglaterra, al final los aliados triunfaron y se estableció la paz de Utrecht.  España perdió muchas posesiones europeas:  Gibraltar, Sicilia, lo que aún quedaba de los Países Bajos, etc., en América perdió San Cristóbal, el tratado expresamente prohibía que España y Francia fueran gobernadas por la misma persona, a cambio los Habsburgo del Sacro Imperio Romano renunciaban a reclamar el trono español.

La llegada de los Borbones al trono español significó grandes cambios.  Introdujeron reformas en todo el Imperio Español para intentar revertir el declive del Imperio.  Entre las Reformas se prohibía que los criollos (hijos de padre y madre españoles y nacidos en América) ocuparan los puestos de gobierno en las colonias, para evitar que tuvieran más poder y se separaran de la colonia, en su lugar la Corona enviaba gente de la Península a los puestos más altos de gobierno en las Américas, tanto en la Iglesia, como en los administrativo y militar, con esto se aseguraban de una total fidelidad al Rey de España, pero a cambio los criollos quedaron descontentos porque se les hacía a un lado definitivamente de los puestos más altos, esto contribuiría de manera decisiva a los deseos de emancipación de las Colonias.

Se creó el virreinato de la Nueva Granada y el puerto de Montevideo se abrió para la Armada Española.  Se permitió el libre comercio entre las colonias hispanoamericanas, en lugar de la costumbre anterior de comerciar vía los puertos españoles.  Éstas medidas condujeron a una mayor recaudación tributaria.

Entre los cambios se expulsó de la Nueva España a los jesuitas, ya que la Corona Española temía el gran poder que tenía la Compañía de Jesús.  Las Colonias Americanas fueron divididas en intendencias, a manera de Francia, con intendentes al mando de cada entidad, en el ejército había algunas superintendencias, los intendentes eran casi siempre españoles peninsulares; aún hoy en día en México en algunas paraestatales como PEMEX subsisten los cargos de intendente y superintendente.

Se crearon milicias junto al ejército regular y se crearon fueros y privilegios para el ejército.  Se disminuyó el poder de la Iglesia, de por sí el monarca español designaba los clérigos en las colonias.  Los Habsburgo enviaban de vez en cuando clérigos a gobernar las colonias, con los Borbones siempre se enviaron militares.
En general las reformas hicieron poco por evitar el declive del imperio español.  Las medidas fueron impopulares y generaron el descontento general entre los criollos, un grupo importante.  En algunos casos fueron contraproducentes, como en la supresión del Consulado de Comerciantes en Ciudad de México.

En las colonias había una cierta tensión social.  Con las reformas borbónicas los criollos estaban encontrados con los peninsulares, pero a su vez los blancos miraban con recelo la mayoría indígena y mestiza, por lo que trataban a toda costa de mantener el orden.  Un caso especial fue la Capitanía General de Yucatán, en donde por cada blanco había 5 indígenas por lo que criollos y peninsulares trabajaban en conjunto para sojuzgar a los mayas, sin embargo, el 19 de noviembre de 1761 estalló una rebelión comandada por Jacinto Canek (Kaan Ek en maya), los españoles tomaron cartas en el asunto, derrotaron a los rebeldes y el 14 de diciembre de 1761 ejecutaron públicamente a Jacinto Canek de manera muy cruel, el pueblo de Cisteil, donde se originó la rebelión, fue arrasado y su campo cubierto en sal.

Un factor que influyó mucho en el movimiento de Independencia fue la Ilustración.  Surgieron autores como Voltaire, Rousseau y Montesquieu, que criticaban las monarquías absolutas y propugnaban por la división de poderes.  En la Nueva España los libros de la Ilustración estaban prohibidos por el Index Librorum Prohibitorum, aún así los libros de los autores de la Ilustración llegaban de contrabando al virreinato, se sabe que el cura Hidalgo poseía una colección de libros de la Ilustración.  En 1776 las 13 colonias británicas de América del Norte proclamaron su Independencia del Reino Unido, la independencia fue lograda en 1783 y se establecieron como República, aunque España peló del lado de los insurgentes, el ejemplo cundió en toda América y aumentó el número de partidarios de independizarse de España.

El 14 de julio de 1789 una turba parisina asaltó la prisión de la Bastilla y comenzó la Revolución Francesa, que habría de traer grandes consecuencias en Francia, América y Europa.  El rey de Francia sería depuesto, junto con el Antiguo Régimen (Ancient Regime) y los galos se convertirían en República, caso que crearía mucho tumulto en la Nueva España.  Europa se convulsionó en guerras contra la República Francesa, que se debilitaría políticamente hasta que Napoleón tomó el poder en Francia y se proclamó Emperador.  Durante la revolución francesa España se alió con las potencias europeas para salvar la vida del rey francés, pariente del monarca español, pero luego sea alió del lado francés por el Segundo Tratado de San Ildefonso. 

El 21 de octubre de 1805 la flota británica comandada por el Vicealmirante Nelson derrotó de manera decisiva a la flota aliada franco-española en la batalla de Trafalgar.  Del lado británico las pérdidas fueron mínimas, mientras que del lado aliado fueron enormes, a pesar del gran valor de los marinos españoles como el Vicealmirante Churruca.  Debido a que España perdió muchos navíos, disminuyó el comercio con las colonias y escasearon varios productos en España, además de que se dificultó la comunicación con las colonias americanas, situación que favorecería los movimientos insurgentes.

Napoleón, el libertador involuntario.
Durante el reinado de Don Carlos IV el militar Manuel de Godoy fue nombrado valido del Rey, y procedió a gobernar el reino.  De Godoy se dice que era un militar muy inteligente y apuesto, y se rumora que era amante de la reina María Luis de Parma (de quien se dice tenía muy mal aliento), ésta situación fue satíricamente plasmada en un cuadro del genial Goya, “La Familia de Carlos IV”, cuadro en donde el infante Francisco de Paula fue pintado al lado de su madre tomados ambos de la mano, y del infante se dice que tenía un gran parecido con Godoy, hecho que plasmó Goya pintando en el infante un rostro muy parecido al del ministro español.
La Familia de Carlos IV, Francisco de Goya, 1800.
Godoy como valido del Rey había disminuido el poder de la nobleza española, a petición del Rey.  También había hecho malabares para mantener a España neutral y a salvo de las ambiciones de Napoleón, pero el emperador francés, en el cénit de su poder, presionó más a España y la obligó a unirse al sistema continental, un bloqueo contra la Gran Bretaña.  Godoy había pensado en aliarse con la coalición contra Napoleón, pero la decisiva victoria francésa en Jena en 1806 lo obligó a disuadir de su intento.  En 1807, con el pretexto de invadir Portugal y con la oferta de dividirse el país lusitano, Francia invadió de facto España, el rey portugués huyó a Brasil, donde estableció su corte y creó el Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve.  A pesar de las promesas, Napoleón ocupó militarmente las principales ciudades españolas y no retiró su ejército.  Don Fernando, Príncipe de Asturias, intentó levantarse contra el Rey, pero fue capturado y perdonado, la familia real huyó a Cádiz, por si había que huir a América, donde les esperaba la aristocracia novohispana.  Sin embargo, la noche del 19 de marzo de 1808 estalla el Motín de Aranjuez contra Godoy y el valido pierde el poder y sus pertenencias, el motín fue instigado por Don Fernando y los nobles, el Príncipe de Asturias quería hacerse del trono español, los nobles estaban resentidos de haber perdido privilegios y Godoy era impopular también entre el pueblo.  Con la caída de Godoy España quedaba totalmente a merced de Napoleón, quien invitó al Rey y a la Familia Real a vivir en Francia, temerosos del poder del emperador francés, Don Carlos IV accede a la invitación y se traslada a Francia, donde para efectos prácticos se convirtió en rehén de Napoleón.  El Motín de Aranjuez traería consecuencias nefastas para España:  asumiría el gobierno Don Fernando VII, considerado el peor monarca de la historia española, y conduciría a la pérdida de la mayor parte de las colonias americanas, entre otros efectos negativos.
Manuel de Godoy, Goya, 1801.
Y aquí la cosa se complica:  durante el Motín de Aranjuez Don Carlos IV abdica en favor de su hijo Fernando.  Los franceses apoyan a ambos bandos para dividir a los españoles, meses después Don Carlos IV, ya depuesto, cede sus derechos a Napoleón, y después Don Fernando VII, ya rey de España, sin saber los acontecimientos anteriores, cede sus derechos a Don Carlos, quien los había cedido a Napoleón, días después la Familia Real española por completo cede sus derechos a Napoleón, éstos acontecimientos se conocen como “Las Abdicaciones de Bayona”, por haberse realizado las últimas en mayo de 1808 en la ciudad francesa de Bayona.  A fines de abril de 1808 Don Fernando VII había sido avisado por Napoleón durante una comida en la que estaba ambos presentes de que tenía pensado substituir a los Borbones por los Bonaparte.  Napoleón, hecho con el gobierno español, nombró como Rey de España a su hermano José Bonaparte, José I, conocido en España como “Pepe Botellas”.
Retrato de Fernando VII, Goya.
En Madrid la situación estaba muy candente, el día 2 de mayo los franceses se llevaron a Francia los dos hijos de Don Carlos IV que quedaban en Madrid, Doña María Luisa y Don Francisco de Paula.  El pueblo se congregó para evitar que se los llevaran, gritando algunos:  “¡Que nos lo llevan!”.  El gobernante francés, Murat, envió guardias imperiales con artillería, quienes dispararon a la multitud, y en respuesta el pueblo madridense se sublevó para evitar que se llevaran a los infantes y para vengar a los muertos.  En toda España se supo el mismo día del levantamiento y también se sublevaron, se inició una lucha callejera a la que el pueblo español se unió espontáneamente.  Los franceses contraatacaron con sus unidades destacadas en España, son célebres los fieros ataques de los mamelucos egipcios y los lanceros.  Goya pintó soberbios cuadros inspirados en el 2 de mayo, entre ellos “El dos de mayo de 1808 en Madrid”, también llamado “La carga de los mamelucos en la Puerta del Sol” y el magnífico “El tres de mayo de 1808 en Madrid”, también conocido como “Los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío”, o “Los fusilamientos del tres de mayo”, en éste último cuadro los soldados napoleónicos aparecen con la cabeza gacha y dan la impresión de ser autómatas, mientras que la figura central es enorme, más grande que lo normal, y su disposición con los brazos a los lados recuerda a Cristo en la Cruz.  Goya pintaría también la cruda pero excelente serie de grabados “Los Desastres de la Guerra”, que muestran las crueldades de la Guerra de Independencia Española.  Con la ayuda de los ingleses los españoles derrotarían a los franceses y los sacarían de España, después de una cruenta guerra, es en España donde la estrella de Napoleón comienza a menguar, mientras que la fama del duque de Wellington, comandante de los británicos en España, comienza a aumentar.
El 2 de mayo de 1808 en Madrid, Goya, 1814.  En el retrato Goya muestra a los mamelucos egipcios atacando a los insurgentes españoles en las calles de Madrid.
El tres de mayo de 1808 en Madrid, Goya, 1814.  Una verdadera Obra Maestra, en ella Goya pinta a los soldados franceses con la cabeza gacha, en la misma pose y sin mostrar sus caras, el motivo es quitarles la humanidad y mostrarlos como autómatas.  La figura central es la del fusilado de camisa blanca, un carácter desproporcionadamente grande y pintado en la pose de Cristo en la Cruz, Goya incluso pintó llagas en las manos del personaje para equipararlo a un mártir.  Entre los ajusticiados figura un sacerdote, en la montaña del Príncipe Pío fué el único lugar en todo Madrid el que se ejecutó esa noche a un eclesiástico, Francisco Gallego y Dávila.  Éste cuadro influiría fuertemente el de "La Ejecución del Emperador Maximialiano" de Édoard Manet, un admirador de la obra de Goya.
Los Desastres de la Guerra, Estampa Número 15:  "Y No Hay Remedio".  Grabado de Goya,
En América la situación era un reflejo de los sucesos en España.  La abdicación de los reyes Don Carlos IV y Don Fernando VII creó un vació de poder y una gran inestabilidad en las colonias.  En el Imperio Español seguía vigente el sistema de que el Rey gobernaba por voluntad divina, pensamiento que venía del Medioevo y subsistía a pesar del fin del feudalismo en España y de la Ilustración.  José I a ojos de los súbditos de la Corona Española no tenía ése derecho divino a gobernar y tampoco fue popular, el derecho a gobernar recaía sobre Don Fernando VII, quien era llamado en la Nueva España por el pueblo como “El Deseado” o “El Bienamado”.  Las juntas de gobierno de las colonias se consultaron para tomar decisión, pero la junta de gobierno de Sevilla argüía que tenía preminencia por sobre las demás juntas por antigüedad y por estar ubicada en España, argumentos que no fueron aceptados en las Colonias de América, por lo que se barajaron varias opciones, una de las cuales era separarse de España hasta que los franceses fueran expulsados del país y Don Fernando VII recuperara el trono.  Al final, todas las colonias continentales optaron por independizarse.  Cuando los franceses comenzaron a infringirles reveses a los españoles la postura de emancipación de las colonias americanas se radicalizó.

El caso de la Nueva España es el que más nos interesa.  En 1808 la Nueva España se erigió en la Primera Junta Autónoma Americana, la Junta contaba con el apoyo incluso del virrey Don José de Iturrigaray, pero el movimiento fue disuelto, los miembros del ayuntamiento encarcelado e Iturrigaray destituido.  En la conspiración participaron ricos hacendados como Gabriel de Yermo e incluso el Arzobispo de Ciudad de México, Don Francisco Xavier de Lizana y Beaumont, los conspiradores tomaron el cabildo de la capital el 15 de septiembre de 1808, pero días después fueron derrocados, inclusive el virrey provisional, Don Pedro de Garibay, el Arzobispo fue nombrado virrey y depuesto un año después y los conspiradores detenidos, entre ellos figuraba Don Francisco Primo de Verdad, quien fue encarcelado y fue encontrado ahorcado en su celda el día 4 de octubre de ese año; también figuraba Don Gabriel de Talamante entre los conspiradores, quien fue encarcelado y falleció de fiebre amarilla encarcelado en San Juan de Ulúa el 9 de mayo de 1809.  En diciembre de 1809 se descubriría una conspiración encabezada por Don José Mariano Michelena, los conspiradores fueron encarcelados y liberados meses después.  El gobierno español nombró virrey a Don Francisco Xavier Venegas.

Francisco Primo de Verdad y Ramos.

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