miércoles, 4 de abril de 2012

Judaísmo y Monoteísmo.


Frecuentemente en el Pentateuco se nota que Dios se dirige a varios interlocutores en el cielo o habla de sí mismo en plural.  Los estudiosos judíos han intentado dar varias explicaciones, entre ellas que Dios usa el plural mayestático, a manera de los reyes.  La religión católica usa como explicación que el plural es referencia a la Santísima Trinidad, explicación más lógica que la del plural mayestático.

En el Antiguo Testamento se mencionan más dioses y se habla de la idolatría de los israelitas, por eso el mandamiento de “no tendrás otro dios ante mí…”.  Los sacerdotes judíos lucharon por erradicar la idolatría, pero los estudiosos consideran que en un principio el judaísmo era henoteísta, aunque también se puede decir que era politeísta.  El monoteísmo nació en Egipto con Akhenatón, hasta ahora la religión de Atón es el culto monoteísta más antiguo registrado, aunque estudios recientes sugieren que el zoroastrismo es más antiguo de lo previamente pensado.  Se ha estudiado la hipótesis de que el monoteísmo llegó a Canaán por influencia egipcia, pero Akhenatón vivió en el siglo XIV antes de Cristo (AC), y evidencia segura sobre el judaísmo antiguo se encuentra desde el siglo IX AC, por lo que hay un lapso de cuatro siglos.  Lo que es seguro, es que originalmente el judaísmo era henoteísta, es decir, cada ciudad tenía su único dios, pero los demás dioses eran tolerados.

La evidencia viene en el Antiguo Testamento, sobre todo en el Génesis.  A nosotros nos llega hoy en día en castellano, antiguamente la Iglesia Católica usaba el latín en toda su liturgia, por lo que el texto estaba en latín vulgar, la Vulgata, traducida del griego, del hebreo y del arameo.  La razón por la que los traductores conservan las oraciones en plural cuando debería ser singular es que querían traducir el texto lo más exacto y cercano posible al original.  Dado que antes la religión era parte importante de la vida del hombre, muchísimo más que ahora, habría sido una blasfemia hacer una mala traducción, aún cuando gramaticalmente fuera más correcta; el hecho de que antes no hubiera separación entre Iglesia y Estado empeoraba la cosa para los traductores, ya que la Iglesia lo perseguiría y para el poder secular sería un criminal, por esas razones los textos están traducidos conservando las formas gramaticales originales.  Hoy en día se hace más por devoción.  Diversos textos del Génesis muestran éstas características:

Génesis 1:26 y 27; "Y Dios pasó a decir: “HAGAMOS [al] hombre a NUESTRA imagen, según NUESTRA semejanza...”. Y Dios PROCEDIÓ a crear al hombre a SU imagen, a la imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó."

Dios le pide a alguien "HAGÁMOS", pero después Él sólo lo hace... y no a NUESTRA, sino sólo a SU imágen...


Génesis 11:6-9; "A continuación dijo Jehová: “...¡VAMOS! BAJEMOS y CONFUNDAMOS allí su lenguaje para que no escuche el uno el lenguaje del otro”. Por consiguiente, Jehová los ESPARCIÓ desde allí sobre toda la superficie de la tierra... Por eso se le dio el nombre de Babel, porque allí había CONFUNDIDO Jehová el lenguaje de toda la tierra..."

Otro indicio es uno de los nombres judíos de Dios, luego recogido por la tradición cristiana, Elohim, que es un nombre en plural, concretamente, es la forma plural de eloha, derivado de El, dios en hebreo y demás lenguas semíticas.  A veces Elohim es usado con verbos en número plural y a veces en número singular.  Es claro, que originalmente había más de un dios, por lo que se puede considerar una reliquia de la mitología original del panteón semítico, concretamente el de Ugarit.  También puede verse en los textos la influencia de las mitologías sumerias y babilónicas.

Las religiones, como todo en el mundo e incluso en el universo, cambian y evolucionan, el no cambiar es estancarse y equivale a morir.  El judaísmo es la muestra palpable de ésta afirmación.  Lo mismo ocurrió con el cristianismo, poco a poco fue evolucionando hasta convertirse en el catolicismo, del cual se escindieron las demás religiones, la evolución “natural” del cristianismo es causa de duras críticas de parte de las sectas protestantes hacia el catolicismo, pero estrictamente hablando, ni ellos son iguales a los cristianos originales, ya que hasta el cristianismo primitivo es diferente al cristianismo original.  Los cristianos originales eran judíos, y como tales debían circuncidarse, lavarse varias veces al día, no comer cerdo, ni tampoco comer varios tipos de mariscos, ya que así lo dicta la ley mosaica.  Por precepto de la ley, se deberían sacrificar animales a Dios, algo que es para mí horrendo, repugnante e innecesario, pero la teología cristiana dicta que ahora el Supremo Sacrificio es el de Cristo en la Cruz.  Poco a poco los cristianos, incluso en la época de los Apóstoles se fueron apartando del judaísmo, aproximadamente en el año 50 se realizó el Concilio de Jerusalén y hubo varios cambios en la Doctrina.  En el judaísmo han sucedido cambios similares.

Originalmente el dios supremo era El (palabra semita para dios), de ahí se deriva el nombre Alá (Allah).  En la mitología ugarítica El era similar a los dioses de la antigüedad, con presencia corpórea y con rasgos humanos.  Incluso se cuenta que una vez vió a unas mujeres, se enamoró de ellas y procreó con ellas, algo inaceptable en el judaísmo.  Yahwéh o Yahvéh (Jehová para algunos, aunque es una traducción errónea), cuyo nombre significa “yo soy el que es”, o “soy el que soy”, era un dios menor, el dios de las tormentas y de la lluvia, eso explica que Yahvé tenga atributos de un dios de las tormentas (rescata a Israel con oscuridad y nubes gruesas, y cuando está presente, la tierra y las montañas tiemblan y las nubes sueltan gotas de agua.  Otro dios menor era Baal (señor en hebreo), otro dios de las tormentas que poco a poco fue asimilado a Yahvé.  En el mismo Génesis ocurre una ruptura, de pronto Yahvé se le aparece a Abraham y le dice “Yo soy Yahvé, el Dios de tus antepasados…”, sugiriendo que originalmente Elohim era el dios supremo.  Poco se desarrolló el concepto del monoteísmo y Yahvéh fue tomando el papel preponderante en el panteón de los israelitas antiguos, los atributos de los demás dioses fueron asimilados a Yahvéh, y los demás dioses fueron degradados a ser sumisos a Yahvéh, como el caso de los ángeles, o fueron tomados como antagonistas de Yahvéh, como en los casos de Baalcebú, Moloch y Dagón, los nombres de algunos dioses fueron tomados como sinónimos de Yahvéh, como el ya dicho Elohim, y El Elyon, todo esto sugiere que paulatinamente los sacerdotes de Yahwéh fueron cobrando cada vez más importancia política, de ahí la fusión de su dios con los demás dioses, y leyendo la Biblia puede verse que hay un momento en que los sacerdotes de Yahwéh tienen su culto establecido, un supremo sacerdote y tienen mucha influencia política.  Originalmente Yahvé tenía una consorte, Asherah (más o menos equivalente a Astarté), pero los sacerdotes de Yahvé se encargaron de eliminar su culto, quedando ellos con el control de la religión del antiguo Israel, Asherah era algo para Yahvé así como la Juno romana era a Júpiter; algunos suponen que el “Cantar de los Cantares” es un canto en honor de la pareja divina, sin ésta explicación ése libro carece de sentido en la Biblia.  Al leer con detenimiento el Antiguo Testamento y se ve que Yahvé cambia con el texto, originalmente era como los dioses griegos, con emociones como el enojo y la alegría, y sobre todo, con presencia física real, pero paulatinamente se convierte en un dios abstracto y espiritual, como lo concebimos nosotros, la razón es que durante el cautiverio de Babilonia los sacerdotes judíos cambiaron a Yahvé porque de no hacerlo habrían aceptado que era inferior a los dioses babilonios, ya que para los antiguos el poder de un dios se manifestaba en el poderío militar y económico de su pueblo, los babilónicos conquistaron los reinos de Judá e Israel y mandaron a los antiguos israelitas al cautiverio, en la mentalidad de la gente antigua significaba que los dioses babilónicos eran más fuertes que el dios israelita, entonces los sacerdotes de Yahvé tomaron esa salida.

Otro asunto que a mí me deja perplejo es que si se lee con detenimiento el Antiguo Testamento se ve que no habla mucho de vida después de la muerte, sino hasta bien entrado, los preceptos de la ley judaica son siempre "para que vivas más tiempo en la tierra", o “para que Yahvéh te conceda muchos bienes materiales”, cosa que sugiere que el judaísmo original no tenía vida espiritual ni vida después de la muerte, algo demasiado sorprendente porque el concepto de vida después de la muerte es muy antiguo, mucho más que el judaísmo, el hombre primitivo creía en vida después de la muerte, se cree que tan pronto desarrolló pensamiento abstracto surgieron las creencias de la vida después de la muerte, restos de hace varios cientos de miles de años (como en los Neanderthales) apoyan estas observaciones, los muertos son enterrados con ofrendas y utensilios, y en ocasiones en posición fetal, es decir, en la posición que nacen mueren, por lo que es desconcertante que en el Antiguo Testamento se hable poco de vida después de la muerte.  Conforme se avanza en la lectura de la Biblia surge el concepto de “sheol” (limbo) a donde van todos los muertos, algo así como el Hades grecorromano.  Ya casi al final, en el libro de los Macabeos el concepto de vida después de la muerte está más avanzado, se hacen ritos por el descanso de las almas, y otros comentarios de estudiosos bíblicos apoyan estos conceptos.  Para cuando comienza el Nuevo Testamento ya se habla de paraíso para los justos, infierno para los pecadores y purgatorio para expiar culpas antes de entrar al cielo.

Por lo que, se deduce, que al principio el judaísmo era politeísta, o al menos henoteísta, y poco a poco se volvió monoteísta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario